El no duerme!

Download

LECTURA BÍBLICA:
Lucas 8: 22- 25

22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. 23 Pero mientras navegaban, Él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban. 24 Y vinieron a Él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando Él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. 25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?

Este pedazo de la  historia en Lucas 8  nos muestra cómo decae fácilmente nuestra fe olvidando a quien tenemos a nuestro lado. Aquí el Señor los lleva a todos los que estaban en la barca a un momento de confrontación. Toma un tiempo para orar y que sea el Espíritu Santo quien te dé una revelación nueva en este devocional.

Verso 22: La orden de pasar al otro lado del lago era una orden de Jesús. Por tanto estaba garantizado que todo iba a estar bien. Solo estaremos seguros si nuestras decisiones están soportadas en algo que Dios nos ha dicho. Cuando sepamos que nuestras decisiones han sido tomadas sin importar la opinión de Dios, debemos hacer un rotundo stop. Tomar decisiones sin Dios es muestra de orgullo e independencia.

Verso 23: A diferencia del mundo, cuando enfrentamos una tormenta nosotros tenemos a Cristo en medio de ella como ayuda. Cuando estoy con Cristo no significa que se acaban los problemas; más bien, pueden incrementar porque cuando Dios  parece dormir, sin darnos cuenta puede estar probando nuestra fe y formando nuestro carácter. No debemos desmotivarnos cuando estemos en fuertes tormentas, porque  El Señor debe llevarnos a ellas ya sea para enfrentar esos temores o para que aprendamos a confiar totalmente en Él.

Verso 24: Cuando enfrentemos una situación difícil, al primero que debemos acudir es a Jesús. Todos nuestros temores y problemas debemos presentarlos y rendirlos solo a sus  pies. Meditando en esta historia personalmente pienso que muy Probablemente Jesús tuvo que montar a sus discípulos en esa barca y llevarlos lejos de toda ayuda humana porque sabía que iban  a buscar ayuda en otros lados. Cuando enfrentas problemas, ¿acudes de inmediato a Cristo? O ¿acudes a ayudas externas tales como amistades, brujos u otros dioses?; o aún ¿acudes a tus capacidades o al banco para que te den un préstamo?. ¿A quién acudimos cuando estamos en líos?

Les cuento parte de algo que ocurrió en mi vida. Hace poco estaba con Adry (Mi esposa) sacando cuentas,  teníamos muchos compromisos por cubrir y las matemáticas estaban en contra nuestra; nada nos cuadraba por ningún lado. Teníamos la opción  de realizar un préstamo para cubrir todos esos compromisos y había alta probabilidad de que nos lo dieran.  Sin embargo mi esposa estaba con los motores prendidos y ella decía que debíamos acudir solo al Señor,  que no íbamos a prestar ni un centavo. (Eso para mí era malo porque necesitábamos el dinero).  Aun así, decidimos no  tomar  la famosa “ayuda” y mi esposa hizo una oración (como siempre magistral y adecuada para la ocasión) muy sencilla como en otras ocasiones diciéndole: “Dios no queremos endeudarnos, danos la libertad financiera sin necesidad de pedir prestado un peso”.  Les confieso que mientras ella oraba yo estaba preocupado, pero el tiempo pasó y cada compromiso a medida que iba llegando lo fuimos pagando y yo me di cuenta fue después. No en el trayecto, ni durante el tiempo que estábamos pagando. Ya después del otro lado del rio fue que caí en cuenta que habíamos pagado todo con lo poco que teníamos, pero eso fue increíble.  Algo que aprendí de esa experiencia es que Dios siempre escucha nuestras peticiones cuando oramos conforme con su voluntad y cuando nuestra oración está  motivada por la obediencia. El nos responde cuando confiamos en El y te puedo asegurar que no importa lo grande que sea la suma, lo que importa es que tenemos la ayuda del Creador, del dueño de todo lo que existe. Salmo 24:1

Verso 24: Jesús se deleita en cuidarnos y en responder nuestras peticiones cuando acudimos solo a Él por ayuda. No existe NADA IMPOSIBLE que Dios no pueda hacer,  incluso silenciar su creación.

Verso 25: ¿Dónde está vuestra fe? Estaban todos pálidos del miedo, probablemente un poco avergonzados. Tal vez Jesús lo dijo en un tono fuerte porque no había razones para tener miedo y así somos muchos de nosotros. Aun caminando con Dios pensamos que Él no quiere ayudarnos porque creemos no ser merecedores de su protección.  Ese era  un momento clave y definitivo donde  el Señor en persona los llevaba a enfrentar el problema, pero también a demostrarles que Él les cuidaba. Muchos tenemos nuestra fe tan escondida e insegura que es necesario una tormenta para sacarla y formarla.

Ahora, cuando haya pasado la tormenta, es conveniente que lo alabes y lo reconozcas como el único que pudo ayudarte.  Por eso no debes dudar que Él está contigo en todas las situaciones que enfrentes o que estas enfrentando Hoy.

Si actualmente estas en una tormenta, solo espera, Él puede estar llevándote a enfrentar tus temores, pero al final te mostrará su poder. No lo olvides ¡ÉL NO DUERME!

Repite esta oración en voz alta:
“Señor, te pido que durante esta tormenta yo pueda aceptar que tú me estás formado. Ayúdame a confiar en ti, quiero saber que Tú estás conmigo y te pido que fortalezcas mi espíritu para seguir confiando en ti y no dudar. Te doy gracias porque tu mirada está puesta en mí y porque estás conmigo en la barca”.

Comparte esto con otros creyentes a manera de foro. Procuren animarse unos a otros y permitan un tiempo donde puedan expresar cada uno sus opiniones y experiencias. Y cierren con una oración.

Publicado por Andy