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LECTURA BÍBLICA:
Juan 17:11-19
6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Sería osado pretender hoy explicar todo este fragmento lleno de tanta riqueza. Solo tocaré la orilla de este verso de la escritura deteniéndome en los aspectos de la santidad. Toma unos minutos y empieza a orar, pidiendo al Espíritu Santo que sea Él quien nos enseñe. El tema es un poco controversial y va dirigido a quienes tienen la responsabilidad de enseñar y en algunos puede causar resistencia; por tanto pido Gracia para comunicarlo de manera amorosa y a la vez clara. Empecemos
Cada vez son más frecuentes los tipos de enseñanzas que hablan en exceso acerca de la "gracia de Dios", que por el hecho de haber recibido a Jesús ya no nos toca hacer nada más porque Él ya pagó, que ya tenemos todo sano, todo garantizado, que podemos vivir de cualquier manera y que el pecado y las maldiciones no tienen nada que ver con nosotros, etc, etc, etc.
Verso 6-8
Debemos enseñar la Palabra y no la mitad de ella; es decir, lo que la gente quiere oir. Porque esto no los va a cambiar y por lo general este tipo de enseñanza busca la aceptación y la exaltación de quien predica así. Debemos enseñar con equilibrio ya que, solo la Palabra en su contexto completo redarguye, confronta, anima y edifica. Es la única que tiene el poder para penetrar en nuestro corazón y conducirnos por medio del Espíritu Santo hacia un cambio.
Por esta razón Jesús declara esto en el verso 8: “Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.”
Si te fijas Jesús hablaba la Palabra de Dios. Por tanto, si enseñamos en la congregación nuestras palabras, nuestros pensamientos, nuestros razonamientos, lograremos seducir hasta enamorar a la congregación con temas que desvían a enseñanzas donde no se forma el carácter de Cristo. Estamos “coqueteando a la novia” de Cristo, es decir, su iglesia. Si hacemos esto y tratamos de atraerla a nosotros y no al Señor de los Cielos, que es el verdadero novio de la Iglesia estamos siendo infieles y estamos traicionando a Dios.
Por eso debemos ser cuidadosos de enseñar solo la Palabra, para que la gente al escucharla la crea. Y es precisamente lo que enseña este verso 8
Verso 9-11
Si bien es cierto que al recibir a Jesús como nuestro Señor y salvador, se nos garantiza de manera definitiva la salvación, y una libertad inmediata. No podemos olvidar que es apenas el principio y no me hace Santo y puro de manera instantánea. Y eso lo vemos en estos versos, donde Jesús intercede en un clamor profundo por todos aquellos que caminaban con El. La Biblia no dice que estas personas que seguían a Jesús eran santos, puros y libres, pero si nos dice que eran creyentes cuando afirma en el verso 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste. No eran libres al menos de los conflictos porque Jesús oró para que permanecieran en unidad, por lo cual se presume que aunque estaban con Jesús eran vulnerables, de allí que Jesús en su tono estaba realmente orando con preocupación.
Ahora sigamos la lectura repitiendo en contexto desde el verso 11 hasta el 17 y deteniéndonos en este último verso.
Verso 17 Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad.
El proceso de santificación se da al exponernos diariamente a la Palabra. Y nuestro proceso de santificación es hasta que nos reencontremos con Cristo. Pero de nosotros depende que éste proceso se dé. Si queremos que Dios nos hable claramente debemos con humildad dejar a un lado nuestros títulos, nuestros seminarios, nuestras capacidades y dones, y aun el conocimiento Bíblico, para permitirle que hable a nuestro Espíritu. Ahora, el conocimiento Bíblico es muy importante, pero debe ser un recurso que no sirva para estar tratando de justificar siempre nuestro mal camino.
El proceso de Santificación que pedía Jesús al Padre en esta oración requiere un acto de la voluntad nuestra, es un proceso continuo y siempre va en aumento en el creyente. En la medida que más nos acercamos a Dios más conscientes somos de la necesidad que tenemos de Él; y no al contrario, nunca en los caminos de Dios soy una obra terminada.
Una buena ilustración que escuché puede aclararnos un poco. Si usted tiene su casa limpia y ordenada pero no saca con frecuencia la basura, las cucarachas vuelven a su casa. La basura son áreas de nuestra vida que aun no han sido rendidas a Cristo. Y por eso aparece nuevamente el mal olor, aparece suciedad y eso atrae nuevamente a las cucarachas. El problema de manera práctica es que si no limpiamos nuestras vidas, volvemos a las prácticas antiguas y el estado posterior según la Palabra es peor.
Como detectar áreas no rendidas?
Orando a Dios para que el Espíritu Santo se las revele. Pero algo de estas ideas le pueden ayudar. Puede ser el pecado que consentimos, un pasado que no ha sido sanado, relaciones rotas con personas, familiares, decepciones, defraudación, ira, deseos de venganza, resentimiento, malos hábitos, robo, maldiciones, problemas morales, infidelidad, malos pensamientos, el orgullo, el chisme, la mentira, borracheras, consumo de drogas, cigarrillos y vicios similares, amor al dinero y al poder etc.
Espero que este pequeño listado le haya ayudado...La idea era encender la llama y para su caso particular haga su propia lista y claro... puede ser distinta.
Ahora...Debo hacer claridad que hay algunos que opinan que no es bueno esculcar en nuestro pasado. Pero en mi opinión, hay pocas excepciones donde un creyente de inmediato cree y recibe la revelación de manera profunda, cambia de manera radical y corta rápidamente con su pasado y con su pecado en un solo día. Para muchos otros esto no es fácil y no veo que sea la realidad de la Iglesia (aclaro que es mi opinión), o por lo menos en mi caso no fue así; me tomó un tiempo creer, me tropecé mucho, en el proceso me caí muchísimo, y hasta ahora estoy dando pequeños pasos en la verdad.
En mi caso y en cuanto a mí...Prefiero personalmente por precaución, porque igual no se pierde nada, estar revisando de arriba hasta abajo mi vida, no descuidarme bajando la guardia y ser más bien escrupuloso y pensar como el Apóstol Pablo que decía que él no pretendía ya haberlo alcanzado o recordando 1 cor 10:11 “Así que el que piensa estar mire que no caiga”. Para finalizar y re-afirmar esto con el ánimo de reducir las dudas. Revisemos...
Verso 19:
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Jesús no necesitaba santificarse de algún tipo de impureza, y aunque usó esta palabra el contexto es distinto. Se santificaba en el hecho de consumar la obra y que andar en los caminos de Dios en obediencia, haciendo lo que Dios nos dice eso nos santifica. Pero lo que si vemos en su ejemplo es que si nosotros, no damos importancia a la santificación y a enseñar que la santidad tiene un precio, entonces nuestras congregaciones no van a ver un ejemplo que seguir, tampoco se van a santificar y no se van a esforzar en buscar una vida fundamentada en la Palabra. Repito esto lo declaró nada más y nada menos que el mismo Jesús en este verso 19.
Puedes comprender esto?
Jesús en este contexto se santificaba diariamente como modelo de ejemplo. Reléelo una vez más “19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.”
Será que nosotros no necesitaremos hacer lo mismo?
Santificación. Que palabra tan olvidada
MEDITA EN ESTO:
Cómo está con su proceso de santificación?
Ha bajado la guardia en este tema ?
Cómo puede ser consciente de esto con más frecuencia?
Comparte esto con otros creyentes a manera de foro. Procuren animarse unos a otros y permitan un tiempo donde puedan expresar cada uno sus opiniones y experiencias. Y cierren con una oración.
Publicado por Andy
Creemos que solo existe un camino a la salvación y es "Jesucristo". Creemos que Jesus es la provisión de Dios Padre; quien murió y por Amor a nosotros también resucitó, para darnos la Salvación a aquellos que hemos decidido recibirlo y seguirlo. Quien nos ha dejado el Espíritu Santo para consolarnos y guiarnos a El hasta el día que venga por segunda vez.
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