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Fundamentos

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LECTURA BÍBLICA:

1 Juan 1 1-10
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida    2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); 3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.  4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.   5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.  6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.  8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.  9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.  10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.


Este fragmento fue escrito por Juan. Muchos se refieren a él como el discípulo amado de Jesús. En el tiempo en que Juan escribió esta carta, ya la iglesia llevaba al menos la primera generación y entrando a la nueva. Fue escrita antes de ser exiliado a Patmos y en esa época la fe Cristiana estaba afectada por la falta de fundamento, los cristianos estaban siendo influenciados por muchos falsos maestros que con falsas enseñanzas hacían desviar a esos primeros cristianos de la fe verdadera.

En esta carta Juan coloca nuevamente los fundamentos correctos, y estos fundamentos aún están vigentes hoy día y la idea es tratar de mostrarlos  literalmente como están en la Biblia.
Empecemos orando.

Verso 1 - 4
El primer fundamento que vemos en las palabras de Juan es que Cristo el Verbo de vida es eterno, y que vino como Hombre a rescatarnos (v.1).
Juan testifica que con sus propios ojos lo vio (v.2)  y  habla también que Dios envió a Jesús como provisión para alcanzar la vida eterna cuando dice "la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó”.  Este es el mensaje central de Juan y de toda la Biblia. Las falsas enseñanzas siempre buscarán excluir la obra de Cristo.  ¿Por qué? Porque Satanás sabe que si se excluye a Cristo en la redención, no hay salvación. Es por eso que debemos ser cuidadosos en que si el mensaje no tiene su desembocadura en Cristo aunque las palabras sean hermosas, no hay sana doctrina.   

Verso 5.
Segundo fundamento: Dios es Luz.
La luz representa lo Santo, lo puro, lo verdadero, lo bueno y confiable. Solo Dios puede sacarnos de las tinieblas y al exponernos a la luz se hacen evidentes todas nuestras imperfecciones. No se puede ocultar lo imperfecto de la luz. Conociendo eso aparece el siguiente  fundamento.

Verso 6
Tercer fundamento: Los creyentes verdaderos caminan en la Luz.
En esa época algunos maestros enseñaban que como el cuerpo finalmente iba a ser destruido, se podía satisfacer de cualquier manera. Pero Juan mantiene la enseñanza equilibrada en este  verso diciéndonos que  no practicamos la verdad si andamos en tinieblas satisfaciendo nuestros deseos pecaminosos.

Hago un paréntesis con respecto al cuerpo. Andamos en tinieblas cuando egoístamente preferimos satisfacernos a nosotros mismos y olvidamos que hay personas cercanas a nosotros que van a ser afectadas. Andamos también en tinieblas si preferimos satisfacernos a nosotros en lugar de satisfacer a Dios. Cuando exponemos nuestro cuerpo al pecado, el mismo cuerpo (la carne) nos va pedir más pecado y se fortalecerá más. Por el contrario, el pecado se muere de hambre cuando dejamos de pecar y comienza a someterse más al Espíritu Santo cobrando vida nuevamente. Muchas de las enfermedades actuales son consecuencia del daño que las prácticas pecaminosas hacen a nuestro cuerpo.

1 Pedro 4 1-5
1 Por tanto, ya que *Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el *cuerpo ha roto con el pecado,2 para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones *humanas sino cumpliendo la voluntad de Dios.3 Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos,[a] entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables.4 A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan.5 Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.


Verso 7
Cuarto fundamento: Si no hay comunión con las personas, no andamos en luz y no hay comunión con Dios.
Me llama mucho la atención la última parte del verso "y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado", pareciera ser que Dios no puede perdonar nuestros pecados si andamos en riñas, chismes, contiendas o envidias con los demás creyentes.

Dicen que cuando en un mismo fragmento de la Palabra de Dios,  aparecen 2 veces la misma cosa, es que el asunto es serio; y si te fijas en el inicio en el verso 3 dice que una vez estamos todos en acuerdo y en unidad empezamos a tener comunión unos con otros, para finalmente tener comunión con Dios Padre y con su Hijo Jesucristo… "para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo"
La verdadera comunión combina lo social y lo espiritual. Tenemos buenas relaciones con los demás creyentes, andamos en unidad, nos amamos y animamos unos a otros y por esto entramos en comunión verdadera con Dios y con su Hijo.

Si no amamos a los otros hijos de Dios, a Él le duele porque también son sus hijos. Soy padre con 2 preciosos hijos, pero cuando se ofenden entre ellos, me duele como padre ... piénsalo.!

Verso 8
Quinto fundamento: Todos sin excepción tenemos pecado y poseemos una naturaleza que tiende hacia el pecado.
En esta vida no existe ningún cristiano que esté exento de pecar. Y esta palabra nos enseña que si no creemos esto nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Por eso, como lo dije en el devocional pasado,  aunque caminamos con Cristo no significa que ya somos obra terminada.

Verso 9
Sexto fundamento: Si confesamos nuestros pecado Dios nos perdona en Cristo
Sea cual sea la condición en la cual nos encontremos Él es FIEL Y JUSTO. El Señor entiende que tú tienes debilidades, y que tal vez te cueste mucho dejar ciertas prácticas pecaminosas. Pero tiene el poder para perdonarte y limpiarte. La única cosa que te toca a ti es confesar el pecado para que quede expuesto en el plano espiritual y desear cambiar.

La parte dura ya la hizo Dios enviando a Jesús a morir en la Cruz por nuestros pecados y por cuanto Él es FIEL, también entiende que si le confiesas es signo de que quieres dejar también tu pecado. Pero ya depende de nosotros dejarnos limpiar por Dios.

En mi vida empecé a cambiar cuando le dije a Dios que quería cambiar. Si nosotros no deseamos fervientemente en nuestro interior un deseo de cambio, es difícil que Dios haga algo. Me parece increíblemente absurdo que un error (mío por supuesto) como estos me haya mantenido atado y anulado por muchos años.

Verso 10
Séptimo fundamento: No somos inocentes.
Este último verso tiene más que ver con, reconocer que somos culpables y que estamos de acuerdo con Dios en que hemos pecado. La importancia de este último verso es que yo puedo confesar, pero al mismo tiempo puedo no querer  reconocer la total responsabilidad de mis acciones. Ej.: Adán sí confesó que había comido pero después justificó su decisión y  su mal proceder  descargando su responsabilidad en Eva.  Básicamente este verso es como pretender decir que Cristo murió por una mentira y es por eso que la Palabra dice que le hacemos a El mentiroso si procedemos así.

Ahora viene lo bueno. Una vez nos ponemos de acuerdo con Dios. ÉL NOS PERDONA y nos hace LIBRES de la CONDENA que teníamos en nuestra contra. Esto es lo más increíble de nuestro DIOS, éramos culpables y no deja en ningún momento de ser JUSTO pues nos hace justicia por medio de Cristo...Es aquí cuando la misericordia y la justicia se besan.
¿No te parece que esta verdad tan profunda, debería despertar en ti motivos suficientes para Alabarlo?

RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS
1.  Cristo el verbo de vida es eterno, y que vino como Hombre a rescatarnos.
2.  Dios es Luz
3.  Los creyentes verdaderos caminan en la Luz
4.  Si no hay comunión con las personas, no andamos en luz y no hay comunión con Dios
5.  Todos sin excepción tenemos pecado y poseemos una naturaleza que tiende hacia el pecado
6.  Si confesamos nuestros pecado Dios nos perdona en Cristo.
7.  No somos inocentes

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puedan expresar cada uno sus opiniones y experiencias. Y cierren con una oración.

Publicado por Andy

Santificación

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LECTURA BÍBLICA:
Juan 17:11-19
6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.


Sería osado pretender hoy explicar todo este fragmento lleno de tanta riqueza. Solo tocaré la orilla de este verso de la escritura deteniéndome en los aspectos de la santidad. Toma unos minutos y empieza a orar, pidiendo al Espíritu Santo que sea Él quien nos enseñe. El tema es un poco controversial y va dirigido a quienes tienen la responsabilidad de enseñar y en algunos puede causar resistencia; por tanto pido Gracia para comunicarlo de manera amorosa y a la vez clara. Empecemos

Cada vez son más frecuentes los tipos de enseñanzas que hablan en exceso acerca de la "gracia de Dios", que por el hecho de haber recibido a Jesús ya no nos toca hacer nada más porque Él ya pagó, que ya tenemos todo sano, todo garantizado, que podemos  vivir de cualquier manera  y que el pecado y las maldiciones no tienen nada que ver con nosotros, etc, etc, etc.

Verso 6-8
Debemos enseñar la Palabra y no la mitad de ella; es decir, lo que la gente quiere oir. Porque esto no los va a cambiar y por lo general este tipo de enseñanza busca la aceptación y la exaltación  de quien predica así. Debemos enseñar con equilibrio ya que,  solo  la Palabra en su contexto completo redarguye, confronta, anima y edifica. Es la única que tiene el poder para penetrar en nuestro corazón y conducirnos por medio del Espíritu Santo hacia un cambio.
Por esta razón Jesús declara esto en el verso 8: “Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.”
Si te fijas Jesús hablaba la Palabra de Dios. Por tanto, si enseñamos en la congregación nuestras palabras, nuestros pensamientos, nuestros razonamientos, lograremos seducir hasta enamorar a la congregación con temas que desvían a enseñanzas donde no se forma el carácter de Cristo. Estamos “coqueteando a la novia” de Cristo, es decir, su iglesia. Si hacemos esto y tratamos de atraerla a nosotros y no al Señor de los Cielos, que es  el verdadero novio de la Iglesia estamos siendo infieles y estamos traicionando a Dios.

Por eso debemos ser cuidadosos de enseñar solo la Palabra, para que la gente al escucharla  la crea. Y es precisamente lo que enseña este verso 8

Verso 9-11
Si bien es cierto que al recibir a Jesús como nuestro Señor y salvador, se nos garantiza de manera definitiva la salvación, y una libertad inmediata. No podemos olvidar que es apenas  el principio y  no me hace Santo y puro de manera instantánea. Y eso lo vemos en estos versos,  donde Jesús  intercede en un clamor profundo por todos aquellos que caminaban con El. La Biblia no dice que estas personas que seguían a Jesús eran santos, puros y libres, pero si nos dice que eran creyentes cuando afirma en el verso 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste. No eran libres al menos de los conflictos porque Jesús oró para que permanecieran en unidad, por lo cual se presume que aunque estaban con Jesús eran vulnerables, de allí que  Jesús en su tono estaba realmente orando con preocupación.

Ahora sigamos  la lectura repitiendo en contexto desde el verso 11 hasta el 17 y deteniéndonos en este último verso.

Verso 17 Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad.
El proceso de santificación se da al exponernos diariamente a la Palabra. Y nuestro proceso de santificación es hasta que nos reencontremos con Cristo. Pero de nosotros depende que éste proceso se dé. Si queremos que Dios nos hable claramente debemos con humildad dejar a un lado nuestros títulos, nuestros seminarios, nuestras capacidades y  dones, y aun el conocimiento Bíblico, para permitirle que hable a nuestro Espíritu. Ahora, el conocimiento Bíblico es muy importante, pero debe ser un recurso  que no sirva para estar tratando de justificar siempre nuestro mal camino.

El proceso de Santificación que pedía Jesús al Padre en esta oración requiere un acto de la voluntad nuestra,  es un proceso continuo y siempre va en aumento en el creyente. En la medida que más nos acercamos a Dios más conscientes somos de la necesidad que tenemos de Él;  y no al contrario, nunca en los caminos de Dios soy una obra terminada. 
Una buena ilustración que escuché puede aclararnos un poco. Si usted tiene su casa limpia y ordenada pero no saca con frecuencia la basura, las cucarachas vuelven a su casa. La basura  son áreas de nuestra vida que aun no han sido rendidas a Cristo. Y por eso aparece nuevamente el mal olor, aparece suciedad y eso atrae nuevamente a las cucarachas. El problema de manera práctica es que si no limpiamos nuestras vidas, volvemos a las prácticas antiguas y el estado posterior según la Palabra es peor.

Como detectar áreas no rendidas?
Orando a Dios para que el Espíritu Santo se las revele. Pero algo de estas ideas le pueden ayudar. Puede ser el pecado que consentimos, un pasado que no ha sido sanado, relaciones rotas con personas, familiares, decepciones, defraudación, ira, deseos de venganza, resentimiento, malos hábitos, robo, maldiciones, problemas morales, infidelidad, malos pensamientos, el orgullo, el chisme, la mentira, borracheras, consumo de drogas, cigarrillos y vicios similares, amor al dinero y al poder etc.


Espero que este pequeño listado le haya ayudado...La idea era encender la llama y para su caso particular haga su propia  lista y  claro... puede ser distinta.  

Ahora...Debo hacer claridad que hay algunos que opinan que no es bueno esculcar en nuestro pasado. Pero en mi opinión, hay pocas excepciones  donde un creyente de inmediato cree y recibe la revelación de manera profunda, cambia de manera radical y corta rápidamente con su pasado y con su pecado en un solo día. Para muchos otros esto no es fácil y no veo que sea la realidad de la Iglesia (aclaro que es mi opinión),  o por lo menos en mi caso no fue así; me tomó un tiempo creer, me tropecé mucho, en el proceso me caí muchísimo, y hasta ahora estoy dando pequeños pasos en la verdad.

En mi caso y en cuanto a mí...Prefiero personalmente por precaución, porque igual no se pierde nada, estar revisando de arriba hasta abajo mi vida, no descuidarme bajando la guardia y  ser más bien escrupuloso y pensar como el Apóstol  Pablo que decía que él no pretendía ya haberlo alcanzado o recordando 1 cor 10:11   “Así que el que piensa estar mire que no caiga”.  Para finalizar y re-afirmar esto con el ánimo de reducir las dudas. Revisemos...

Verso 19:
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.


Jesús no necesitaba santificarse de algún tipo de impureza, y aunque usó esta palabra el contexto es distinto. Se santificaba en el hecho de consumar la obra y que andar en los caminos de Dios en obediencia,  haciendo lo que Dios nos dice eso nos santifica. Pero lo que si vemos en su ejemplo es que si nosotros,  no damos importancia a la santificación y a enseñar que la santidad tiene un precio, entonces nuestras congregaciones no van a ver un ejemplo que seguir, tampoco se van a santificar y no se van a esforzar en buscar una vida fundamentada en la Palabra. Repito esto lo declaró nada más y nada menos que el mismo Jesús en este verso 19.

Puedes comprender esto?
Jesús en este contexto se santificaba diariamente como modelo de ejemplo. Reléelo una vez más     “19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.”
Será que nosotros no necesitaremos hacer lo mismo?

Santificación. Que palabra tan olvidada

MEDITA EN ESTO:
Cómo está con su proceso de santificación?
Ha bajado la guardia en este tema ?
Cómo puede ser consciente de esto con más frecuencia?

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¿Regresarás?

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LECTURA BÍBLICA:

Lucas 17:11-19
11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!  14 Cuando El los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.


En este episodio la palabra narra sobre la curación de 10 leprosos. Un fragmento bien interesante que espero expresar correctamente, así que empecemos orando.

Verso 11-13: Según la creencia de la época los leprosos eran como señales andantes del desagrado de Dios. Eran personas despreciadas y no tenidas en cuenta, por esa razón los mantenían alejados de la sociedad, eran consideradas personas impuras e indeseables y adicionalmente eran personas muy afectadas y heridas en el área emocional. Ellos permanecieron a lo lejos, pero algo interesante fue que cuando vieron a Jesús  lo llamaron Maestro y no clamaron a Él para que los sanara, sino para que tuviera misericordia de ellos.

Cuando busquemos a Dios, no debemos hacerlo con familiaridad (en el mal sentido de la palabra). Familiaridad es pensar que me puedo acercar a Dios de cualquier manera, sin reverencia y aun  pensar que Él tiene la obligación de bendecirme todo el tiempo a la manera como yo quiero y no según sus métodos. Así que era señal de respeto de estos leprosos no acercarse. Debemos primero reconocer nuestra lepra espiritual con nuestra voz y recordar que Dios es Santo. Dicho de otra forma, es necesario reconocer, confesar y apelar a su misericordia, para que Jesús se detenga y nos extienda su mano.  Recuerdo algo que leí hace poco y es que muchas veces nos acercamos a terrenos de Dios donde ni siquiera los mismos ángeles que le cantan en los cielos se atreverían a pisar.

La otra palabra usada por estos leprosos fue Maestro. Debemos acercarnos también con la suficiente humildad reconociendo que necesitamos aprender de Él. Que nuestros métodos no nos han funcionado y que nuestro orgullo  nos ha hecho cometer muchos errores. Debemos en verdad despojarnos de nosotros, morir al yo, y dejar que Jesús  tome el control de nuestras vidas para que al fin podamos descansar en El.

Verso 14:
Jesús  envió a estos leprosos a los sacerdotes porque así era según la ley de la época,  pero no les dijo que iban necesariamente a ser sanados. Pero El no olvida la obediencia. Sigamos leyendo "y aconteció que mientras iban fueron limpiados".  Amados. Dios responde de acuerdo con nuestra obediencia; no podemos estar por allí desobedeciendo a Dios y al mismo tiempo estar exigiendo respuestas de Él. Ahora, Dios sí desea responderte y se complace en hacerlo para que estés bien, pero hay que permanecer, andar en sus caminos, y comportarnos como Hijos. 

Otra parte supremamente importante que vemos en este fragmento es que Jesús se sometió a la ley y no violó las normas de la época por ser Hijo de Dios. Debemos  tener en cuenta que la respuesta de Dios también puede estar condicionada a los métodos que usamos para conseguir las cosas. Como lo expresamos en un devocional anterior. Es pecado usar métodos ilegítimos aunque la necesidad sea legítima. Debemos creer que sus métodos son los correctos y tomar decisiones motivados por la obediencia. Solo así podremos tener el respaldo del Señor.

Verso 15-19:
Cuando Jesús respondió la petición de estos leprosos tan solo uno volvió a darle gracias y rendirle alabanza. Vemos dos aspectos relevantes. El primero, es que el leproso que volvió era samaritano. Y es que a veces los samaritanos son más agradecidos que muchos hijos de Dios. Ahora, hago claridad en qué es lo que muestra la Palabra.  Lamentablemente nosotros los hijos de Dios, muchas veces y en ciertas circunstancias nos comportamos como los 9 leprosos. Nos olvidamos de los favores recibidos de Dios. En mi propia vida recuerdo peticiones hechas y 100 % respondidas por Dios y total  ausencia de gratitud.

Pero Dios no quiere que tú y yo seamos así mi Amigo. El no necesita que le demos gracias, pero si se complace en escuchar de nuestras bocas que estamos agradecidos con todo lo que nos da y le alegra que desarrollemos un estilo de vida de gratitud. Desarrollar gratitud nos ayudará a permanecer humildes, y nos va a evitar muchos dolores de cabeza.

Y la segunda cosa importante que vemos la encontramos en el verso 19. Nos muestra que aunque todos estos leprosos  recibieron sanidad, solo el que volvió, recibió también salvación, un futuro garantizado y la confirmación de su sanidad.

REFLEXIONA
Te has acercado a Dios con una actitud de familiaridad, en el mal sentido de la palabra?
Crees que has sido autosuficiente con Dios a veces?
Qué nivel de agradecimiento tienes con Dios?

Y en tu caso qué?  Como ese leproso regresarás?


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El falso deseo!

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LECTURA BÍBLICA:
Lucas 12:1-5
“ 1 En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. 3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.”



EMPIEZA ORANDO A DIOS PIDIENDO QUE HABLE A TU ESPIRITU

Verso 1

Es muestra que tenemos  sed de la Palabra cuando nos afanamos por llegar rápido al culto para no perder ni un minuto del tiempo de la alabanza. Recordemos que vamos a la Iglesia a dar y a recibir.

-    Damos a Dios alabanza, siendo uno de los momentos más importantes porque damos de nosotros mismos.
-    Damos a la congregación cuando apoyamos y proveemos al necesitado pero también cuando damos ejemplo de cómo adoramos a Dios. Los nuevos creyentes  y aun los más débiles pueden llegar a desear la presencia de Dios por la manera en cómo adoramos al Señor y escuchamos su Palabra.

Sin embargo Jesús nos advierte de que estas no deben ser actitudes fingidas; es decir, No vamos a la iglesia con el ánimo de hacernos visibles ante los demás, ni tampoco llegamos a fingir que amamos a Dios cuando la realidad es otra pues durante la semana no lo adoramos, ni lo buscamos.

La levadura de los fariseos es la hipocresía, y de ella debemos cuidarnos. Si te fijas en este verso la palabra muestra que Jesús lo dijo en público y en primera instancia a sus discípulos, como tratando de enfatizar que aunque ellos eran sus discípulos no les iba a permitir y tolerar  ese comportamiento. Si lo que profesamos, no tiene poder para cambiar y reprender nuestro propio corazón, entonces debemos prender las alarmas y buscar si existe hipocresía en una actitud muy frecuente que se ha vuelto muy natural para muchos pero está errada, y es:

El falso deseo de buscar a Dios.
Cuando buscamos a Dios con todo nuestro corazón, no solo lo buscamos para que Él nos bendiga, sino que acudimos para que Él nos cambie. Una persona puede asistir cumplidamente a las reuniones, incluso puede ser una persona que ora. Pero en el interior de su corazón no quiere dejar su pecado ni su mal camino. Y esto es a lo que Jesús se refiere: que nos cuidemos de  la levadura de los fariseos.
Yo acudo a Dios sin hipocresía cuando confieso el pecado y me alejo. Es decir me aparto de manera decidida, sin rodeos, lo deseo en mi corazón y entro a dar pequeños pasos en el proceso de cambio, para que se convierta  en algo real y no solo en un buen deseo.

Verso 2
A veces creemos que hacemos cosas en lo oculto,  pero la verdad y lo digo con conocimiento de causa porque transité por ese desierto. Cuando supuestamente “nadie ve”, a causa de nuestra religiosidad, es cuando más daño nos hacemos. Porque en el campo espiritual, Dios sí está mirando y también los demonios están atentos para entrar y marcar territorio. Cuando consentimos un pecado oculto, literalmente le estamos abriendo puertas a las maldiciones en nuestras vidas tales como: Enfermedades,  ruina, temores y muchas otras que preferiría que la leas en todo Deuteronomio 28 encontrarás bendiciones de la obediencia y maldiciones que llegan a causa de la desobediencia.

“…Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse”
Cuanto más saques a la luz sin importarte tu reputación, más libre serás y arrebatas la autoridad que diste al reino de las tinieblas para que te atormenten y para que te acusen. Imagínate este cuadro. Satanás llega a Dios a decir de ti algo que hiciste. Y Jesús responde.  “ EL LO HIZO PERO YO YA LO SE. PORQUE EL ME LO DIJO PERSONALMENTE Y POR SU CONFESION LO HICE LIBRE.”

Permíteme compartirte algo de mi vida. En mi caso, yo estaba tan decidido a cambiar que confesé mi pecado en la empresa donde trabajo (todos allí somos cristianos). También lo hice delante de la congregación, porque quería aplicar este principio (La confesión). Se suponía que mi reputación debía quedar por el piso y en mi interior algo de eso quería, con el fin de dejar la reputación de Dios mejor que la mía. Pero Dios es LO MÁXIMO. Cuando lo hice sentí una paz como cuando ha dejado de llover, estás en un campo, suenan las últimas gotas y todo se calma. La acusación dentro de mí se silenció. El vigor,  la fuerza y las ganas de buscar a Dios se incrementaron de una manera tal que ahora estaba anhelando alejarme de todo lo que me apartara del Señor.  Y te comparto esto por si acaso quisieras una experiencia similar con Dios o te identificas con esto.
Si es así, te comparto esta canción para que la cantes a Dios.

http://www.youtube.com/watch?v=oQQU1AM8gxs&feature=related


Esta canción declara muchas verdades espirituales y dice "tu nombre famoso haré". Esto es lo que estoy haciendo hoy en este devocional, después de una experiencia de cambio significante. Es lo que Dios quiere de ti también.

Verso 3

Si nosotros no sacamos nuestros guardados a la luz, eso por promesa de Dios saldrá a la luz en todo caso. El punto es que podría ser  por medio de otros métodos que pueden dejarte avergonzado o por medio del chisme y la murmuración. Por tanto estamos a tiempo.

MEDITA SOBRE ESTO
¿Hay actitudes de falso deseo al buscar a Dios?
¿Has consentido un pecado oculto que te tiene agobiado?
¿Sientes confesar algo?


Si Dios te está llamando a la confesión pública  y sacar a la luz lo oculto, ora para que te dé sabiduría de cómo hacerlo, porque  la confesión pública siempre debe edificar a la iglesia y el nombre de Dios debe ser exaltado. Si en tu confesión hay personas que pueden ser heridas es mejor no hacerlo públicamente; en este caso es preferible dejar eso entre Dios y tú. Es aconsejable  que busques a alguien más maduro que tú espiritualmente y que sepas que camina en santidad, con quien puedas hablar y decirle que estás dispuesto a rendirle cuentas.

Ahora, "no es que te toque hacerlo" , porque es  suficiente con confesarle solo a Dios;  pero sugiero que busques un apoyo espiritual ya que cuando un pecado se ha convertido en una fortaleza, esta persona nos puede ayudar a mantenernos enfocados. Ha sido una gran ayuda en mi caso particular.

Para finalizar, en mi experiencia de confesión pública, otras personas se acercaron a mí para decirme que mis luchas ellos también las tenían a diario y que estaban pasando por lo mismo. Una vez más Dios fue bueno porque no me llevó a la verguenza, más bien usó mi testimonio para ayudar a otros y también puede usar tu testimonio y tu vida. Le has dicho a Dios que use tu vida? Este es un buen comienzo, atrévete; es más fácil de lo que piensas...

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Las pruebas a la Fe

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LECTURA BÍBLICA:

LAS PRUEBAS A LA FE!

1 de Pedro 1: 6, 7 (NVI)
Esto (la salvación) es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.



Estas palabras de consuelo y esperanza fueron escritas por el apóstol Pedro a la iglesia, que en sus primeros años, estaba experimentando una intensa persecución. Son palabras también muy relevantes hoy en día, entre otras cosas, porque muchas personas creen y enseñan que si se convierten a Cristo, sus sufrimientos cesan automáticamente. Esto no es así. Aunque es cierto que caminar con Cristo nos evita muchos problemas en la vida, todavía pasamos por lo que la Biblia llama “pruebas”.

Las pruebas pueden venir en forma de una crisis, una enfermedad súbita, la pérdida de un ser querido, un cambio drástico de vida o incluso como un desierto lleno de momentos difíciles en los cuales no percibes la presencia de Dios, la iglesia no te parece tan emocionante como antes o sientes que tus oraciones no pasan del techo. Tal vez te preguntes si has ofendido a Dios, o si Él te ha dejado. Pero Dios no nos hace pasar por dificultades solo para vernos sufrir. Más bien, Él permite tribulaciones en nuestra vida para ayudarnos a madurar espiritualmente; para ayudarnos a vivir por fe, no por vista, sentimientos o emociones.

En el pasaje de 1 de Pedro 1:1-7 podemos notar algunas verdades respecto a las pruebas. Inicialmente debemos entender que aunque Dios nos ha escogido para una misión especial, antes de que pueda usarnos, debe desarrollar su carácter en nosotros. Eso lo hace permitiendo las dificultades que prueban y purifican nuestra fe, (a semejanza del proceso de purificación del oro). En medio del dolor que estés experimentando a causa de una prueba, hay tres verdades que debes recordar:

1) Recuerda quien te escogió, quien te dio convicción de pecado y quien te redimió.
A los elegidos…según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre. (vs 1,2)
Nunca debes olvidar a quién perteneces, tú eres un hijo de Dios. Pero ustedes son linaje escogido…pueblo que pertenece a Dios. (1 Pedro 2:9)

2) Recuerda que Dios te ha prometido el regalo maravilloso de la vida eterna.
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo para que tengamos una esperanza viva… (v3).

3) Recuerda que Dios te protegerá siempre, hasta que alcances tu destino final: El cielo.
…y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. (v.4,5).

Los cristianos tenemos momentos en los cuales sentimos muy cerca la presencia el Señor, subimos como Moisés al monte para tener con Él esos tiempos tan significativos, sin embargo, no siempre estamos allí, hemos de descender a los valles de presión, tensión, temores y dificultades propios de la vida cotidiana, en un mundo caído. Es allí donde nuestra fe es puesta a prueba con el propósito de que se fortalezca.
"Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele".  
Hermano en Cristo, recuerda que Dios no quiere destruirte sino prepararte y que el mayor desarrollo de nuestra fe y carácter se ve cuando aplicamos en los valles lo que hemos aprendido en las cumbres.
Mi oración es que seas fortalecido en la crisis que estás atravesando y que salgas de ella más parecido al Dios que te dio la vida.
Sirviendo con gozo a Jesús,



Ricardo Castillo
Pastor Presidente ICCC Colombia

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"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio"
2 Timoteo 1:7

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